martes, 1 de septiembre de 2020

York (UK)

Esta sección no podía inaugurarse de otra manera: debía elegir algún destino británico, siendo como es mi país más adorado de todos, y al cual nunca me cansaría de viajar. Y he decidido hablaros un poco de una de las ciudades más emblemáticas de Inglaterra:


Situada al noreste del país, la ciudad de York llama la atención en un primer momento por su arquitectura, en mayor medida medieval, aunque también se deja ver su herencia romana en las murallas que rodean la ciudad. Se trata, pues, de un lugar repleto de historia y cultura, algo que se puede observar a cada paso, echando un vistazo a sus edificios, sus calles, sus estaciones de trenes, sus torres o sus catacumbas. 





¿No os parece un lugar maravilloso? Pues hay más, hay mucho más. Así que me voy a detener en su centro histórico, repleto de calles medievales, siendo la más conocida The Shambles, muy pintoresca y que anima a fotografiar cada rinconcito que te encuentras. Si no me creéis, mirad estas fotos.






Dejo para el final uno de sus monumentos más importantes, que destaca desde casi cualquier rincón de la ciudad. Me refiero, por supuesto, a su catedral, la imponente y preciosa York Minster, de estilo gótico. Os dejo otras pocas golosinas visuales...







De momento mis viajes a Inglaterra se han reducido al sur (Plymouth) y dos veces a la capital. Pero mi intención es poder ir el verano que viene al menos una semanilla al norte del país, y si al final llega a buen puerto este plan, no dudo que habrá un día de escapada a esta maravillosa ciudad medieval. ¡Mi cámara echará fuego!

No quiero terminar este post sin recomendaros un par de posts que en su momento fueron responsables directos de estas tremendas ganas mías por visitar York:


¿Habéis estado en York o en alguna otra ciudad del norte de Inglaterra? ¿Escribisteis algún post al respecto? ¡Dejádmelo en vuestros comentarios!

lunes, 31 de agosto de 2020

La certera mirada de Català-Roca

Francesc Català-Roca (1922-1998) fue un genial fotógrafo catalán cuya temática más destacada fue documentar el día a día de la gente de a pie: personas caminando por la ciudad, trabajadores ejerciendo sus labores, fiestas y ceremonias, las playas... Observar sus fotografías es casi como leer un complejo estudio sociológico de la sociedad española de los años 50 y 60



Ay, esos floreros de zinc que ahora se han vuelto a poner de moda...

Es un placer visual recorrer todas y cada una de esas imágenes que nos muestran cómo se vivía en esa época, llegando a tal extremo que por un momento te sientes parte de ese instante decisivo, que tú también estás paseando agarrada al brazo de una de esas mujeres caminantes, o mirando hacia arriba donde desde una pantalla gigante se anuncia El Gordo.




"El fotógrafo siempre duda: qué ángulo hay que tomar, qué diafragma y qué velocidad hay que elegir, qué película hay que preferir... no debe dudar nunca a la hora de disparar". (Català-Roca)

Uno de los mayores logros de Català-Roca fue la originalidad a la  hora de elegir el punto de vista desde donde tomar las fotografías, logrando siempre unas imágenes de composición impresionante, donde además debo destacar su buen gusto a la hora de usar luces y sombras.

No quiero ser una pesada explicando con palabras lo que es mejor que veáis con vuestros propios ojos, así que os dejo a continuación con mis fotos favoritas de todas las que he visto suyas. ¡Espero que las disfrutéis!

















Hasta el 9 de junio se puede acudir en el Centro Cultural Cajasol de Sevilla a una exhaustiva exposición (¡son 4 salas!) con un amplio repertorio de fotografías de este maestro. Yo ya conocía parte de su obra, pero nada se puede comparar al sentimiento de verdadera emoción y profunda admiración que me invadió cuando pude apreciarlas en vivo. Si eres de Sevilla te recomiendo ardientemente que acudas a verla. Y si no, ¡estate atento por si llega a tu ciudad!


¿Conocías el trabajo de Català-Roca? ¿Te gusta tanto como a mí? ¿Conoces a más fotógrafos de este estilo? ¡Espero vuestros comentarios!

viernes, 24 de abril de 2020

Serie: The Fall (BBC, 2013)


Stella Gibson es una detective destinada en Belfast para dirigir la investigación del asesinato de una mujer, pero pronto descubre que puede haber sido víctima de un asesino en serie.


The Fall es una de las series que más me gustaron el año pasado. Emitida por la BBC a principios de 2013, sus cinco episodios saben a muy poco. Por suerte ya se está rodando su segunda temporada pese a que las agendas de sus dos protagonistas está actualmente más apretada que nunca: Gillian Anderson lleva años combinando con atino sus trabajos para cine y televisión (actualmente la vemos también en Hannibal), mientras que Jamie Dornan dio la campanada hace poco consiguiendo el papel del popular Christian Grey en la adaptación cinematográfica de la trilogía de E.L. James.

A priori podría parecer que estamos ante la típica serie donde los policías van atando cabos y recopilando pistas que les permitan vislumbrar la identidad del asesino, habiendo multitud de sospechosos y motivaciones, y donde el espectador sólo ve la luz en el momento en que el policía hace algún descubrimiento sorprendente. The Fall se desmarca de este esquema para mostrarnos desde el primer minuto no sólo la cara del asesino, sino su vida cotidiana. Es decir, en esta ocasión somos nosotros, el público, los que partimos con ventaja sobre los personajes. Nos regalan la oportunidad de armar todas las piezas del puzzle, y gracias a esa información privilegiada somos conscientes de cuándo la policía va por buen camino y cuándo está dando palos de ciego. O de cuándo el asesino está cometiendo algún fallo.

De este modo en cada episodio vemos diversas escenas protagonizadas por Paul Spector, psicópata que se esconde bajo una fachada de un atento padre de familia y que, irónicamente, trabaja como terapeuta. Pero esta vez no es un psicópata al estilo de Dexter, no. Este Paul Spector es un verdadero enfermo con quien es imposible empatizar (aunque por otra parte es inevitable sentir cierta atracción física ante un hombre que está de muy buen ver, todo hay que decirlo...). 

Dichas escenas se van mezclando con aquellas donde observamos los primeros pasos en la investigación por parte de Stella Gibson, que muy poco a poco va consiguiendo armar un caso mediático y complicado. Estos pequeños avances tienen igual importancia que otros aspectos a los que la serie dedica gran atención, como puede ser la corrupción, el "politiqueo" y la presión de las altas esferas por resolver el caso lo antes posible, el efecto magnético que tiene Stella con respecto a los hombres (algo que tiene en común Stella con el asesino), o el papel de los medios de comunicación en casos como este.


Uno de los aspectos más destacables de la serie es la magnífica interpretación de una Gillian Anderson que mejora con los años. Su personaje no es el único que resulta irresistible, sino que la propia actriz desprende una gran sensualidad, muchísimo más evidente ahora que tiene los cuarenta y tantos que hace diez o veinte años. Stella es una mujer digna de admiración. Es independiente, segura de sí misma, inteligente, resolutiva, eficiente y feminista. En varios momentos te entran ganas de ponerte de pie a aplaudirla, tanto por ciertas decisiones que toma sin sentir ningún tipo de arrepentimiento o reparo, como por algunas frases lapidarias que suelta (como esa comparación entre el hombre y la mujer como objetos sexuales). Es una tía genial, a la que estoy deseando seguir conociendo en la segunda temporada.


No one knows what’s going on in somebody else’s mind. Life would be intolerable if we did.

Pero la serie no sólo nos da la oportunidad de inmiscuirnos en la vida profesional y personal de la detective y el asesino, sino que también nos muestra diversas escenas de las próximas víctimas de Paul, de modo que el impacto es mayor cuando el homicida entra en acción, porque no son solamente unas desconocidas sin nombre, sino que hemos podido verlas de charla con sus amigos, paseando con algún familiar, o intentando relajarse en su casa ajenas a su próximo destino. No puedes evitar sentir cierta impotencia cuando Paul entra en acción.

El modus operandi de Paul Spector es de lo más peculiar, y en la serie se muestra con todo detalle. 
Resulta desconcertante ver cómo el asesino va preparando el terreno sin ninguna prisa, recreándose incluso más en esa preparación los días anteriores que en el propio asesinato. Me resultó muy curioso que realice un álbum de recortes de cada víctima, recopilando imágenes y objetos suyos, pero en plan "bonito", casi como si se tratara de una obra de arte macabra.

Con respecto a este personaje mi cabeza se llenó de multitud de interrogantes. ¿Por qué siempre elige a mujeres treinteañeras con el mismo aspecto físico, y todas con profesiones de éxito? ¿Por qué ese ritual de pintarles las uñas y lavarlas? ¿Cómo es posible que un monstruo así tenga dos hijos pequeños a quienes cuida y trata con cariño? ¿Cómo puede un sociópata de tal calibre dar consejos a los demás para que puedan superar la pérdida de algún ser querido? Son tantas las contradicciones que encierra Paul Spector que lo único que puedes hacer es seguir viendo un episodio tras otro para intentar llegar a comprenderlo.

Otro de los aspectos diferenciadores de la serie es su ubicación, una Belfast que sigue herida tras décadas de terrorismo, violencia y conflicto entre dos modos opuestos (tanto política como religiosamente) de entender Irlanda del Norte, y que actúa como marco perfecto gracias a su atmósfera enrarecida y un tanto gris.

Do you have any idea of the effect you have on men?

La serie cuenta con la participación de Archie Panjabi, a quien habitualmente puede verse en la serie The Good Wife. En The Fall tiene un papel secundario y no demasiado jugoso como forense, pero siempre es un placer ver caras conocidas en otro tipo de roles.


Si estáis buscando una serie frenética y repleta de giros de guión no os aconsejo The Fall. Pero si disfrutáis con las historias que se cuecen a fuego lento, y donde tiene tanta importancia la trama como el desarrollo psicológico de los personajes, no la perdáis de vista porque merece mucho la pena.





Lo mejor:
Las interpretaciones de los dos protagonistas, la complejidad psicológica de ambos, la reflexión que provoca la serie con respecto a la violencia contra la mujer.

Lo peor:
Cuando la serie se centra en otros personajes distintos a Stella y Paul pierde un poco el interés. El personaje de la vecina adolescente. El final es abierto, pero tranquilos, porque habrá segunda temporada.



Mi puntuación:

¿Habéis visto The Fall? ¿Qué os pareció? Si no la habéis visto, ¿os he convencido para verla? :)


Fuentes de las fotos:  Los gifs son de aquí. Las imágenes de aquí.

viernes, 21 de febrero de 2020

Viernes musical: Jeff Buckley


Ha llovido un poco desde que en el último viernes musical de este blog os recomendara a Elliott Smith y os prometiera que el próximo cantante en aparecer en esta sección sería Jeff Buckley. Con un par de meses de retraso puedo por fin dedicarle un pequeño espacio al californiano, y es que, tirando del tópico, más vale tarde que nunca... 

Como ya comenté entonces, no puedo evitar relacionar ambos cantantes, aunque solo sea por el truculento hecho de que los dos murieron en circunstancias un tanto confusas en los años 90 cuando se encontraban en la treintena y con una prometedora carrera por delante que no pudieron ver desarrollada. 


Posteriormente a su fallecimiento se editaron varios discos recopilatorios, grabaciones de conciertos y algunas canciones inéditas, pero lo cierto es que Jeff sólo pudo ser testigo de la publicación de su primer disco, Grace

De hecho, su muerte se produjo cuando se encontraba en Memphis junto a su banda para grabar el que iba a suponer su segundo trabajo. Según se cuenta, se encontraba en la orilla del río Wolf junto a un amigo, cuando se metió en el agua totalmente vestido y desapareció entre sus aguas. Cinco días más tarde se encontró su cadáver desnudo. Parece de ficción, ¿verdad? De hecho, el año pasado se rodó una película biográfica sobre el cantante, Greetings from Tim Buckley, aunque creo que no se ha llegado a estrenar en España de momento.


Si por algo destacó Jeff fue por su magnífica voz, con la cual era capaz de hacer maravillas y expresar una gran variedad de emociones. Como él mismo dijo:
I’ve always felt that the quality of the voice is where the real content of a song lies. Words only suggest an experience, but the voice is that experience (Fuente).
Más tarde aparecerían otras voces impresionantes que han aseverado que la influencia que ejerció sobre ellos el bueno de Jeff fue enorme. Hablo de personitas como Tom Yorke (Radiohead), Chris Cornell (Soundgarden) o Matt Bellamy (Muse). Casi nada.

Es una pena que talentos como este se vayan tan pronto, de forma tan inesperada, cuando no les toca...



Grace es, quizá, su canción más conocida (junto a su versión de Hallellujah), un auténtico lujo para los oídos. Pero hoy he decidido escoger este Last Goodbye que espero que disfrutéis.


¡Buen fin de semana!
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