martes, 4 de abril de 2017

Viernes musical: Nick Drake


Esta semana toca ya lo que parece un clásico en mis viernes musicales: un cantautor de carácter fallecido demasiado pronto, en este caso debido a una sobredosis de antidepresivos. Después de Elliott Smith y Jeff Buckley, hoy toca mencionar a Nick Drake, cuya carrera se desarrolló décadas antes que la de los dos primeros, concretamente en los años 60 y 70. Aunque oyendo cualquiera de sus tres discos publicados en vida tienes la sensación de que fue un adelantado a su tiempo que tocaba una música totalmente diferente a lo que era habitual en esa época.

Nick Drake fue un músico inglés que, como en el caso de Rodriguez, no tuvo demasiado éxito en su momento. Según parece su timidez era tal que se negaba a dar conciertos y a ser entrevistado, cosa que evidentemente no ayudó a aumentar su popularidad. En este enlace del blog Música para la NASA podéis leer más sobre su peculiar personalidad. 



Nick murió con tan solo 26 años, y, como en el caso de Rodriguez, ha sido con el paso de los años cuando su trabajo ha comenzado a ser reconocido por la crítica musical y a influenciar en músicos actuales. Aunque lamentablemente él no ha estado ahí para verlo.

Música folk y blues para cerrar los ojos y disfrutarla en calma dejándote empapar por su armonía y exquisitez. Todo un regalo para las almas sensibles.



Buen fin de semana

viernes, 24 de marzo de 2017

Cinco motivos por los que Frances Ha ha robado mi corazón



Frances es una chica de veintimuchos años que comparte piso en un barrio cool de Nueva York con su mejor amiga. Su sueño es llegar a ser una gran bailarina pese a que quizá se le está pasando un poco el arroz. Cuando su amiga se muda con su pareja, el mundo de Frances comienza a cambiar sin que ella pueda hacer nada para evitarlo.


El próximo 4 de abril se estrena por fin en España Frances Ha (2013), una comedia fresca y brillante que tuve la oportunidad de ver hace un tiempo y que me resultó maravillosa y encantadora. He decidido variar un poco la estructura de mis reseñas en esta ocasión, centrándome en enumerar cinco motivos por los que esta película me ha causado tan buenas sensaciones. Espero que os pique un poco el gusanillo de verla.

1)Un personaje principal carismático y lleno de vida 

Es inevitable encariñarte con el personaje de Frances desde el primer momento. Es una chica optimista, inocente y algo neurótica, que durante gran parte del metraje no es consciente de que ya no es tan joven como se cree. Esta especie de Peter Pan femenina se encuentra en ese punto en su vida en que es necesario coger el toro por los cuernos y empezar a tomar decisiones más comprometidas, y nosotros vamos a ser testigos de esa evolución. Me encanta que la chica, pudiendo dejarse vencer en ciertas ocasiones por la melancolía y el desaliento nunca pierde el buen ánimo. Es inevitable sonreír cuando la ves saltando y danzando por las calles (según he leído es un homenaje a la cinta Mala sangre). Cuando terminé de ver la película me llevé un buen puñado de días tarareando la canción de David Bowie, Modern love.



2)Una actriz protagonista en estado de gracia


Greta Gerwig no es una desconocida de este blog, por ejemplo os hablé de ella en mi reseña de Damsels in distress. Gerwig realiza una interpretación risueña y natural, tanto que por un momento te da la sensación de que no es una actuación, sino que Frances es una persona de carne y hueso. Aquí tenéis una muestra de su extraordinario trabajo:





Gerwig fue merecidamente nominada al Globo de Oro a la Mejor Actriz de Comedia este mismo año, y aunque en los Independent Spirit Awards no lo fue (¡injusticia!) la ganadora de dicho premio Cate Blanchett no dudó en mencionar a Greta Gerwig al recogerlo. Su próximo proyecto profesional será protagonizar el spin off de Cómo conocí a vuestra madre, lo cual no me da muy buena espina...

3)Unos diálogos frescos con un toque a lo Woody Allen

La cinta es una sucesión de escenas en las cuales nuestra Frances se va relacionando con los diversos personajes que forman parte de su vida: su mejor amiga Sophie, sus nuevos compañeros de piso, los ligues eventuales, amigos y conocidos, la directora de su compañía de danza... Los entretenidos y espontáneos diálogos, obra del director, Noah Baumbach, y de Greta Gerwig, son una pieza clave de la película, que nos hace recordar al maestro Woody Allen. Otra referencia obvia es la Nouvelle Vague, con Truffaut a la cabeza. La cinta también puede recordar ligeramente a los trabajos de Lena Dunham, aunque creo que nuestra Frances es demasiado entrañable como para formar parte del universo de la serie Girls (de hecho en Frances Ha aparece el actor Adam Driver, el novio/ex novio de Hannah en la producción televisiva de HBO).



4)Un escenario perfecto: Nueva York (y un poco de París)

Siempre es un placer visual observar cómo el celuloide retrata una de las ciudades más fotogénicas y cinematográficas del mundo. En un hermoso blanco y negro que nos vuelve a hacer recordar al Woody Allen de Manhattan, la cinta nos muestra el día a día de los jóvenes hipsters neoyorquinos en sus apartamentos, en sus reuniones sociales, en sus bares y restaurantes. La ciudad tiene tanto peso que la película se divide en capítulos, cada uno de los cuales se titula como una calle de Nueva York. Como colofón, nuestra Frances hace una pequeña escapada en un momento dado a París, que también queda bellamente retratada. 



5)El "click" en mi cabeza

Para que una película se instale definitivamente en mi corazón es necesario que aporte un extra, que me proponga temas sobre los que reflexionar, que me incite al debate. En este caso mi identificación con la protagonista ha sido absoluta: sus miedos a la hora de afrontar un futuro incierto son también los míos, su desubicación en el mundo, ese desconcierto al echar una ojeada a tu alrededor y percatarte de que todo el mundo parece estar encontrando su sitio excepto tú... Frances es consciente de que aún le queda un largo camino por recorrer hasta llegar a sentirse plena como persona, de hecho llega a decir algo así como "I'm not a real person yet", y el propio título de la película hace referencia a esa sensación de estar incompleto (el apellido de Frances es más largo, pero... ya lo veréis en la película). Pese a todo, la chica tiene tal energía positiva que te contagia a ti como espectador y en cuanto aparecen los títulos de crédito te entran ganas de salir a la calle a saltar, a bailar y a comerte el mundo. Es casi como una estupenda y fructífera sesión de coaching emocional.





Mi puntuación:
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