miércoles, 9 de agosto de 2023

(Mal)vivir en los márgenes: reseña de "Marrón cobalto", de Sergio de los Santos

En un piso de mala muerte en un barrio marginal de una ciudad cualquiera, vive el narrador sin nombre de esta historia. Un hombre fracasado, solitario, daltónico y enfermo, autor de novelas eróticas que nadie consume ya. Un hombre de esos que si ves por la calle, cruzarías a la otra acera, o cuanto menos girarías la vista hacia otro lado.

Alguien que se siente igual de podrido que el lugar en el que vive, y que rellena sus días acudiendo a un cine X como excusa para “investigar” sus próximos escritos. La realidad es que hace tiempo dejó de intentarlo. Paga sus medicinas con el dinero que consigue vendiendo su colección de libros. “Moriré cuando formen parte de colecciones ajenas”, dice.

Este hombre digno de compasión, maltratado por la vida y por los personajes sórdidos con los que se topa en su día a día (una prostituta y su chulo, un ladrón violento, un casero aprovechado) es, a su vez, un personaje que no duda en robar a otro en una situación más vulnerable que la suya. Este retrato buñueliano de la pobreza, sin maniqueísmos ni paños calientes, sin buenismos innecesarios ni síndrome del salvador, me parece uno de los detalles más elogiables de esta novela que se lee en un suspiro.

Al final, la violencia y acciones inmorales que leemos tienen una comprensible motivación: sobrevivir. O, en el caso de nuestro escritor, vivir la ilusión de ser amadoo, por “Violeta”, una drogadicta con la que entabla una turbia relación con ciertos destellos de luz. “Me siento bien estando triste a tu lado”, le confiesa. Al final no son más que dos personas solitarias que durante unas horas comparten un poco de calor, miradas, una sonrisa cómplice. Algo de humanidad en un mundo cada vez más deshumanizado. 


El libro, que mereció una mención especial en el premio novela Ateneo de Madrid, está compuesto de capítulos cortos de estilo ágil y sencillo, que conjuga escenas de acción, momentos intimistas de la peculiar pareja, monólogos interiores e incluso descripción de sueños, logrando una gran riqueza narrativa.

El resultado es una novela cruda y adictiva, que nos hace fijarnos en lo que no queremos ver: el hedor, la peste, la suciedad y lo insalubre, la enfermedad, la adicción, la violencia y la mentira. Nada de lo que acabo de escribir impide que incluya agradecidos destellos de luz e ironía, por cierto. 

Os animo a darle la oportunidad a esta historia de fracasados que no os dejará indiferentes.

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...